“La
vida es una obra de teatro que no permite ensayos… Por eso, canta, rÃe, baila,
llora y vive intensamente cada momento de tu vida… Antes que el telón baje y la
obra termine sin aplausos.”
Charles Chaplin
Estamos
en la era del emprendedor y muchas personas se plantean, bien por necesidad o
por elección, iniciar su propio camino profesional. Sin embargo, ante cualquier
cambio importante surge la gran pregunta: “y ahora ¿qué hago con mi vida?” ¿por dónde empiezo? Es normal que
no sepas por dónde tirar, o por dónde seguir, o cómo empezar o en qué tren
subirte… Por eso, lo primero de todo es hacer una retrospección para descubrir
lo que de verdad has venido a hacer a este mundo y cuáles son tus verdaderas
motivaciones.
Es una
buena costumbre, en épocas como ésta, redefinir el destino y reajustar el rumbo
en caso necesario, asà como a renovar nuestro compromiso y determinarnos a
cumplir nuestros propósitos; para a continuación diseñar el plan de acción especÃfico acorde a la estrategia
más adecuada para ti y tus recursos.
Esto
último es clave, y es aquà donde es preciso tomar conciencia de dónde estás y
con qué cuentas para iniciar la acción. Pues en caso de no tener definida
una estrategia clara es
muy probable que te surjan muchas incógnitas, que encuentres muchos obstáculos
e inconvenientes, y que sientas desconcierto e incertidumbre, lo que
inevitablemente te llevará a abandonar.
Asà pues, tanto si sabes lo que quieres
y estás en el camino correcto como si sientes que te has perdido y no sabes
cómo encontrar tu camino, es muy recomendable hacer el ejercicio de
replantearse los sueños, las metas y los objetivos. Independientemente de que
tengas un proyecto emprendedor o un negocio ya funcionando, o como si tienes un
empleo… Es más, este ejercicio no solo te sugiero que lo apliques en tu área
profesional, sino que también lo realices en el resto de las áreas de tu vida.

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